Ahora que llega el verano, todas queremos ver nuestra piel bronceada y brillante. Además, después de casi 3 meses de confinamiento nuestra piel no he estado prácticamente un contacto con el sol. Por lo que este año debemos tener especial cuidado a la hora de exponer nuestra piel a las altas temperaturas y al sol.
El invierno es largo y el frío es la consecuencia más directa de esta estación. Nuestra piel sufre al estar expuesta a él debido a la baja humedad, ya que, acostumbrada a estar hidratada, se reseca y se producen escamas o heridas en ella. Para mantener tu piel en buen estado, te daremos unos sencillos consejos que harán que tu piel vuelva a ser la de antes.
Hemos comentado que debido a la sequedad del frío y también a la de los calefactores, la piel se reseca. Por lo tanto, el primer consejo es que mantengas tu piel bien hidratada. Para los labios usaremos vaselina o cacao (esto también puede servir en ocasiones para grietas o heridas). Para el resto del cuerpo utilizaremos la crema hidratante más adecuada para nuestro tipo de piel. No olvidéis que estas cremas deberán contar con protección solar, ya que proteger nuestra piel del sol es tan importante en invierno como en verano. Las zonas del cuerpo a las que más debes prestar atención en la hidratación son los codos, las rodillas, el cuello y el escote, ya que son o bien zonas muy secas o zonas cuya piel es muy sensible.
El frío regresa tras la época estival y con él la sequedad en la piel. Es imprescindible conocer bien qué recursos debes utilizar para proteger tu piel ante esta estación.
En primer lugar, las manos y la cara, que es lo que suele estar desprotegido de ropa durante el invierno, deben ser más hidratadas que el resto del cuerpo debido a su exposición a él. Para ello es muy importante tomar conciencia del uso de cremas hidratantes que a su vez cuenten con algún tipo de protección solar. A su vez, los labios son los que más sufren esta sequedad. Uno de los errores más comunes de sus cuidados es salivarlos, pues a través de esto se irritan más fácilmente. Para ello, será necesario la protección labial.
Otro de los hábitos rutinarios durante el invierno son los baños de agua caliente. Es importante controlar bien la temperatura de los mismos. Se recomienda controlar la temperatura y no abusar de ellos ya que perjudican a la epidermis y la circulación. Es imprescincible el agua más templada o utilizar agua fría al final de la ducha. Tampoco se debe olvidar el tipo de jabón que hay que utilizar dependiendo de la piel que tengamos. Debe ser neutro e hidratar bien la piel.
La piel es fundamental y desde nuestra clínica debemos cuidarla, ¡ven y te contamos!
Como os contábamos en uno de nuestros posts anteriores, existen determinados alimentos que nos hacen envejecer antes pero también existen otros que nos ayudan a cuidar los años.
El primero de ellos es el tomate, un alimento rico en licopeno —que previene ciertas patologías— un antioxidante que nos protege de los rayos del sol. A pesar de que se recomienda que esté maduro para una mayor protección, natural también resulta beneficioso.
La carne también es otro de esos alimentos que deben ocupar el frigorífico si queremos que nuestra piel tarde en envejecer. Rica en proteínas que frenan que nuestra piel se descuelgue rápidamente y la mantienen.
Seguro que has oído hablar de las semillas de lino. Pues bien, al igual que el aceite de oliva, estas semillas contienen omega 3 que ayuda a que nuestra piel no se reseque. Esto conlleva que las arrugas tarden más en salir.
Si existe un líder en lo que antienvejecimiento se refiere, ese es el té verde. Además de que ayuda a proteger del sol, se recomiendan dos tazas diarias que ayudan a mantener nuestra piel. Eso sí, no es aconsejable para los hipertensos debido a su dosis de teína.
Por último, la zanahoria reduce la flacidez de nuestra piel, que con los años suele aumentar. Incluido a este beneficio, este alimento se recomienda consumirlo antes de exponerse al sol ya que también ayuda a un mejor bronceado. Cabe dejar claro que no sustituye a la crema solar, muy necesaria.
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