La edad biológica de cada uno de nosotros varía en función de nuestro estilo de vida, por ejemplo, si tenemos una alimentación poco equilibrada, estamos sometidos a una elevada carga de estrés o practicamos poco deporte y llevamos una vida sedentaria, probablemente nuestra edad biológica sea elevada a la edad cronológica que verdaderamente tenemos.

Con el antiaging, evaluamos esa edad biológica de cada persona de forma individual e identificamos qué factores pueden estar influyendo más en su envejecimiento, para aconsejar a cada uno de nuestros pacientes hábitos de vida saludables; así como prevenir de enfermedades y restablecer el balance metabólico y endocrino, con la finalidad de retrasar el proceso del envejecimiento natural.

¿Qué beneficios tiene?

Los principales beneficios que aporta esta técnica son una mejora del funcionamiento del corazón, disminuye la tensión arterial, regula el colesterol y los triglicéridos, refuerza el sistema inmunológico, regula el sueño y el descanso, disminuye los síntomas de la menopausia y sirve también como control oncológico, ya que este método induce a la muerte de las células tumorales. Además, ayuda a prevenir enfermedades como el Párkinson, Alzheimer, diabetes, osteoporosis, artritis y artrosis; entre otras.

Por lo general, nuestros pacientes obtienen mejoras de salud visibles en poco tiempo, siempre yendo acompañado el tratamiento de una dieta sana y equilibrada, hábitos de vida saludables y ejercicio físico.

¿A quién va dirigido?

Este tipo de medicina preventiva va dirigida para todas aquellas personas que quieran mejorar su salud física y mental y quieran obtener una mayor calidad de vida. También es muy recomendable para aquellas personas que tengan antecedentes familiares con enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas y oncológicas o aquellas que en su día a día estén expuestas a situaciones de estrés.