Los años no pasan en valde para ningún ser vivo y nosotros no somos la excepción. Con el paso de los años todos nos transformamos tanto física como anímicamente y nuestra piel pasa por el mismo proceso. En el post de hoy os descubriremos todo lo que debéis saber sobre el envejecimiento de la piel, causas, cuidados, etc.
¿Por qué envejece la piel?
Como ya hemos comentado, nuestra piel no es una excepción en cuanto a envejecimiento se refiere, pero ¿por qué proceso pasa nuestra piel cuando se está deteriorando? Bien, en primer lugar, nuestra piel envejece porque las células dejan de producir colágeno y otras proteínas que ayudan a que nuestra piel se encuentre firme y sin arrugas. Esto se ha descubierto recientemente en un estudio elaborado por el Instituto de Investigación Biomédica.
El colágeno, causante principal de que nuestra piel envejezca, es una proteína que se encuentra tanto en la piel como en huesos, músculos o tendones. Su función principal es dar elasticidad a nuestro cuerpo. Por eso, cuando las células dejar de producir esta sustancia nuestra piel se muestra más rugosa y envejecida. De la misma manera, también pierde la capacidad de regenerarse rápidamente, debido a que los tejidos se encuentras más dañados.
Además, nuestras células también pueden ser dañadas por otros factores en los que destacan:
- Tomar el sol: aunque el sol nos aporte vitamina D, su radiación daña el tejido cutáneo. La radiación UVA o UVB afectan a las células que producen colágeno provocando que nuestra piel pierda flexibilidad.
- Fumar o beber alcohol: ambas acciones se realizan con normalidad durante el día a día de muchas personas, pero también provocan daños en nuestra piel. Normalmente el alcohol y el tabaco producen cambios en la circulación sanguínea, lo que significa que nuestras células no actúan con normalidad y no pueden realizar algunas de sus funciones de manera correcta. Por ejemplo, aportar oxígeno a nuestra piel.
- Mala alimentación: abusar de algunos productos, sobre todo los que se realicen con alimentos procesados, puede resultar perjudicial para nosotros. Algunas grasas animales provocan erupciones o dermatitis en nuestra piel, provocando un desgaste en ella. Para mantener una buena dieta tenemos que consumir el número de vitaminas y minerales correctos, ya que muchos de ellos aportan vitalidad a nuestra piel.
Si todas estas acciones se producen de forma desmesurada, es probable que nuestra piel envejezca con mayor rapidez. Por último, cabe destacar que la genética juega un papel fundamental en el envejecimiento tanto del rostro como de todo el cuerpo. Algunas personas tienen predisposición a un envejecimiento lento, aunque este podría revertirse si no se cuida la piel con los tratamientos adecuados.
Primeros síntomas del envejecimiento
Normalmente, en lo primero que nos fijamos cuando somos conscientes de que nuestra piel ya no es tan elástica es en las líneas de expresión. Estas líneas aparecen como consecuencia del paso del tiempo y normalmente marcan las expresiones que más utilizamos. Es muy común que aparezcan en la frente como consecuencia de las expresiones de sorpresa o de fruncir el ceño. También aparecen pequeñas arrugas cerca de los ojos y la boca como consecuencia de la risa, entre otros gestos.
Además de las líneas de expresión, también podremos ver como aparecen pequeñas manchas o capilares en nuestra piel. Esto se produce sobre todo debido a cambios en los vasos sanguíneos, aunque también influye la genética, la exposición al sol o los niveles hormonales.
También veremos como alrededor de nuestros ojos se forman pequeñas bolsas u ojeras. Esto es producto del cansancio y falta de sueño, aunque también influye la genética u algunas carencias de minerales como el hierro.
Cómo prevenir el envejecimiento de la piel
Ahora que ya conocemos las causas del deterioro de la piel, os daremos unos pequeños consejos para evitar que envejezca de manera prematura y no pierda su elasticidad.
- Hidratar la piel: esta es una de las más importantes. La hidratación de la piel debe ser constante, sobre todo en invierno, ya que nuestra piel se resiente con el frío y pueden producirse cortes tanto en los labios como en las manos. Sobre todo, cada vez que nuestra piel entre en contacto con el agua, es importante aplicar una capa de crema hidratante, ya que después de los lavados, la piel se reseca.
- Utilizar protector solar: de la misma manera que es importante mantener la piel hidratada, lo es mantener nuestra piel alejada de los rayos perjudiciales del sol. Esto se suele aplicar, sobre todo, en verano, pero es importante mantener esta práctica durante todo el año. Podemos combinar estas dos sugerencias, ya que hay cremas hidratantes que ya llevan protector solar.
- Buena alimentación: como ya hemos comentado, abusar de algunos alimentos no es la mejor manera de ayudar a nuestra piel, por lo que debemos llevar una dieta equilibrada. Los alimentos que aportan más beneficios a nuestra piel son las frutas y verduras, ya que de ellas obtenemos las vitaminas necesarias para mantener nuestra piel fresca y firme.
Además de estos consejos imprescindibles, también sugerimos evitar situaciones de estrés o malestar, ya que estos perjudican a nuestra piel. Por último, debemos intentar descansar de manera ininterrumpida y el tiempo aconsejado por la Organización Mundial de la Salud: entre 7 y 8 horas para un adulto.